Hola, quiero contarles que el Señor ha hecho grandes cosas en mi vida, una de ellas es que el día martes 14 de Febrero estábamos evangelizando, por los alrededores del Éxito de Suba, cuando vi en medio de ese caminar 2 muchachos que venían hacia mí. Entonces me les acerqué y comencé a compartirles las 4 llaves; uno recibió a Cristo, y el otro dijo que no creía en Dios porque era budista. En ese momento empecé a hablarle muy fuerte con mucho celo acerca de Dios y le dije fríamente que su dios era una mentira, que donde el asistía le habían lavado el cerebro, que el buda nunca podía llenar ningún vacío, ni sanar conflictos. Le dije que a pesar de que tenía amigos, estaba muy solo, que no había nadie quien lo ayudara. Su mirada era parca y su rostro no reflejaba ninguna alegría. Yo seguí hablando, y hasta le dije que el único que podía cambiarle su mirada seria, su cara larga y aburrida, levantar su cabeza y caminar sin necesidad de agacharla como si se avergonzara de algo, es Dios. Incluso le tentaba diciéndole que me dijera un milagro que buda hubiera hecho en su vida o en la vida de algún conocido, y no podía responderme. Le dije que lo tenían totalmente engañado y Dios lo quería llevar a la verdad; entonces me dijo: “¡Muéstreme a su Dios! ¿Dónde está?” Yo le respondí que a Dios no se le podía ver, pues como le amaba tanto no iba a permitir que él lo viera para que muriera, pero le dije que a Dios si lo podíamos sentir y que Dios estaba en el viento, en el aire que respiramos, que Dios está cuando todos nos reunimos para hacer un bien, que Dios está cuando las personas se le acercan a abrazarle, a decirle que lo quieren, que Dios está cuando las hojas de los árboles se mueven, etc. Continué diciéndole que ese dios buda al que adoraba y veneraba es un pedazo de madera, una estatua que no servía para nada, pues nunca le daría amor ni la paz interior que él tanto necesitaba. Le dije además que Dios tenía una vida mejor y más feliz que quería regalarle y que esto es mejor que cualquier otro dios y también que Dios le perdonaba sus pecados y no se acordaría más de ellos.
Para mí lo más especial de este tiempo hablando con el joven que creía en buda fue el ver como Dios me utilizó de una manera extraordinaria. En mis experiencias de evangelización nunca le había hablado a una persona de esa manera, tan fuerte, pues siempre mi lenguaje fue de mucho respeto y cariño. Pero con este muchacho, el Señor, a través de mí lo llevaba a entender a las malas que él era el único Dios, que había dado la vida por este joven y quería hacerle feliz. Le doy la gloria a Dios porque después de casi una hora de estar hablando con este joven me dijo: “Hagamos un trato . . . yo me cambio de religión y hago todo lo que usted me diga, si me deja ir ya(!).” Yo le contesté: “Listo.”
Este muchacho hizo la oración de fe conmigo, recibió a Cristo en su corazón y quedó muy entusiasmado y Dios hizo una gran formación en mi vida y me enseñó algo muy importante: “El convencido convence.”
Dios les bendiga.
En 1978 la Cruzada Estudiantil y Profesional de Colombia realizó la MISA (Misión Sacrificial) para evangelizar masivamente a Colombia. En el 2009 la Cruzada continua con su cuarto año del PLAN MIL (Misión Local) para evangelizar masivamente a Bogotá. Para esta misión contamos con 30 jóvenes del territorio nacional.
domingo, febrero 26, 2006
martes, febrero 21, 2006
Testimonio - Ana María Montoya - Zona 1 Suba
Me gustaría compartir un poco acerca de cómo el Señor me ha formado desde mi llegada a la Misión Local “Plan MIL.”
A mis cortos 22 años era una persona con mucha rebeldía, y con el transcurrir del tiempo había dejado que mi corazón se endureciera, provocándome muchos conflictos a nivel personal y físicos. Era una mujer muy desagradecida con las cosas que me había dado el Señor; estaba llena de soberbia, llena de esquemas mentales que me hacían ver a Dios como un Dios duro, un poco castigador, que a veces no me escuchaba y que mis problemas no le importaban. Hasta tenía miedo de expresarme libremente con él. Estaba llena de resentimientos inconscientes y de sentimientos de fracaso porque llegó un tiempo en el que me di cuenta que en mis fuerzas solo me hacía daño. Pero ahora entiendo que todo lo que sucede en mi vida es un trato especial del Señor.
Ahora, le doy gracias a Dios, quien a través de mis líderes me han enseñado a conocer a un Dios lleno de amor, que me hizo saber que siempre estuvo conmigo. Un Dios tierno que verdaderamente me ha hecho amarlo y me ha hecho entender con su amor que él es mi papito lindo y mi fuente, que siempre quiere lo mejor para mí, que todo lo bueno o malo por lo que he pasado me ha permitido llegar hasta aquí.
Para mí el venir al Plan MIL ha sido el mejor paso y la mejor decisión de mi vida, pues me ha hecho valorar todo lo que él me ha dado y hasta lo que me ha quitado. Por ejemplo, siempre he amado a mi familia, pero ahora que no los tengo cerca, se que no solo debo sentirlo sino demostrarlo; esta ha sido una gran lección. Estoy muy agradecida con Dios por permitirme estar aquí a pesar de mis fallas, y por permitirme disfrutar de su amor. Te amo papito Dios.
A mis cortos 22 años era una persona con mucha rebeldía, y con el transcurrir del tiempo había dejado que mi corazón se endureciera, provocándome muchos conflictos a nivel personal y físicos. Era una mujer muy desagradecida con las cosas que me había dado el Señor; estaba llena de soberbia, llena de esquemas mentales que me hacían ver a Dios como un Dios duro, un poco castigador, que a veces no me escuchaba y que mis problemas no le importaban. Hasta tenía miedo de expresarme libremente con él. Estaba llena de resentimientos inconscientes y de sentimientos de fracaso porque llegó un tiempo en el que me di cuenta que en mis fuerzas solo me hacía daño. Pero ahora entiendo que todo lo que sucede en mi vida es un trato especial del Señor.
Ahora, le doy gracias a Dios, quien a través de mis líderes me han enseñado a conocer a un Dios lleno de amor, que me hizo saber que siempre estuvo conmigo. Un Dios tierno que verdaderamente me ha hecho amarlo y me ha hecho entender con su amor que él es mi papito lindo y mi fuente, que siempre quiere lo mejor para mí, que todo lo bueno o malo por lo que he pasado me ha permitido llegar hasta aquí.
Para mí el venir al Plan MIL ha sido el mejor paso y la mejor decisión de mi vida, pues me ha hecho valorar todo lo que él me ha dado y hasta lo que me ha quitado. Por ejemplo, siempre he amado a mi familia, pero ahora que no los tengo cerca, se que no solo debo sentirlo sino demostrarlo; esta ha sido una gran lección. Estoy muy agradecida con Dios por permitirme estar aquí a pesar de mis fallas, y por permitirme disfrutar de su amor. Te amo papito Dios.
Testimonio - Evelyn Riaño - Zona 1 Suba
Mi testimonio comienza a partir del mes de noviembre donde mis papás se separaron, debido a que mi papá tenía una enfermedad llamada esquizofrenia paranóica sicotica, la cual nos llevó a huir de él, por defensa personal, pues se había agudizado el problema. Durante el mes de noviembre y diciembre llegué a odiar a mi papá, y mi mamá igual le odiaba a él, pero en ese tiempo Dios hizo un trato completo con nosotras, dejando el odio atrás y encontrando el perdón en nuestras vidas, pasando a querer a mi papá. Mientras no estuvimos en nuestra casa, mi papá tomo la decisión de encontrarse con Dios, solo sé que duró 2 meses en puro ayuno y oración, y la verdad gracias a ese encuentro con Dios mi papá quedó completamente sano de su enfermedad. ¡Fue un milagro! Solo se que cuando volví a casa a visitar a mi papá, con mucho miedo de enfrentarlo, lo que encontré no lo pude creer; era un hombre totalmente nuevo, sano, joven. No lo creía.
Duramos dos fines de semana visitándonos y el odio y el rencor que había en nuestras vidas se convirtió en amor, solo pienso que Dios restauró nuestras vidas. Mis papás regresaron, se volvieron a casar en el mes de diciembre en el Redil, y allí comienza el gran desafío como familia nueva.
Más o menos el día 4 de enero mi papá estaba haciendo el devocional, cuando de pronto empezó a hablar en lenguas, y mi mamá escuchó la voz de mi Dios que decía: “Tus hijos serán mis siervos.” Mi mamá me contó y pues la verdad no le puse mucho cuidado, solo se que llegó el día 9 de enero donde me invitaron al Tabernáculo de Cali (de la Cruzada) donde había una reunión de jóvenes, y al llegar la líder Celeste (de Alfa y Omega) dijo: “Les tengo un desafío: El Plan MIL.” En ese momento mi vida se partió en dos; me puse a reflexionar y llegué a una conclusión: Mi vida no tiene sentido. Esto me llevó a pensar: “¿Lo tomo, o lo dejo?” Llegué a mi casa, le conté cómo era el Plan MIL a mi papá, y él dijo: “Si en tu corazón nace ir, hazlo.” La verdad tuve una semana para tomar la decisión, y pedí dirección a Dios, y la respuesta fue rápida y determinante; fui a la Biblia y Dios respondió a través de una promesa en Génesis 26:3-5, 12-13, 24. Reuní a mis papás y les dije: “¡Me voy!”
La verdad fue mucha la felicidad de todos, aunque la nostalgia nos embargaba. Inmediatamente en una semana conseguí el dinero que necesitaba, la ropa, el maletín, en fin, todo se dio. Cuando llegué a Bogotá a comenzar el Plan MIL, Dios tuvo un trato muy especial conmigo. Durante este tiempo de misión me ha hecho entender que en realidad valgo mucho, que soy valiosa para él, y que él me ama como nadie lo ha hecho. Estoy feliz porque la mano de Dios se ha movido con poder. Ahora puedo decir que mi vida tiene sentido, que vale la pena vivir y servir a Dios.
El venir al Plan MIL fue la mejor decisión que he podido tomar, y la verdad desde que llegué aquí, a mis papás les está yendo excelentemente, tanto que están dirigiendo una zona en Cali.
Ahora entiendo que ese desierto de problemas y llanto valió la pena, porque gracias a esto muchos llegaron a los pies de Cristo.
Duramos dos fines de semana visitándonos y el odio y el rencor que había en nuestras vidas se convirtió en amor, solo pienso que Dios restauró nuestras vidas. Mis papás regresaron, se volvieron a casar en el mes de diciembre en el Redil, y allí comienza el gran desafío como familia nueva.
Más o menos el día 4 de enero mi papá estaba haciendo el devocional, cuando de pronto empezó a hablar en lenguas, y mi mamá escuchó la voz de mi Dios que decía: “Tus hijos serán mis siervos.” Mi mamá me contó y pues la verdad no le puse mucho cuidado, solo se que llegó el día 9 de enero donde me invitaron al Tabernáculo de Cali (de la Cruzada) donde había una reunión de jóvenes, y al llegar la líder Celeste (de Alfa y Omega) dijo: “Les tengo un desafío: El Plan MIL.” En ese momento mi vida se partió en dos; me puse a reflexionar y llegué a una conclusión: Mi vida no tiene sentido. Esto me llevó a pensar: “¿Lo tomo, o lo dejo?” Llegué a mi casa, le conté cómo era el Plan MIL a mi papá, y él dijo: “Si en tu corazón nace ir, hazlo.” La verdad tuve una semana para tomar la decisión, y pedí dirección a Dios, y la respuesta fue rápida y determinante; fui a la Biblia y Dios respondió a través de una promesa en Génesis 26:3-5, 12-13, 24. Reuní a mis papás y les dije: “¡Me voy!”
La verdad fue mucha la felicidad de todos, aunque la nostalgia nos embargaba. Inmediatamente en una semana conseguí el dinero que necesitaba, la ropa, el maletín, en fin, todo se dio. Cuando llegué a Bogotá a comenzar el Plan MIL, Dios tuvo un trato muy especial conmigo. Durante este tiempo de misión me ha hecho entender que en realidad valgo mucho, que soy valiosa para él, y que él me ama como nadie lo ha hecho. Estoy feliz porque la mano de Dios se ha movido con poder. Ahora puedo decir que mi vida tiene sentido, que vale la pena vivir y servir a Dios.
El venir al Plan MIL fue la mejor decisión que he podido tomar, y la verdad desde que llegué aquí, a mis papás les está yendo excelentemente, tanto que están dirigiendo una zona en Cali.
Ahora entiendo que ese desierto de problemas y llanto valió la pena, porque gracias a esto muchos llegaron a los pies de Cristo.
miércoles, febrero 15, 2006
Testimonio - Camilo Bolivar - Zona 2
Mi nombre es Camilo Bolivar, tengo 24 años y soy de Bogotá. Desde muy niño recibí al Señor Jesucristo.
En los últimos años mi vida era muy fría con el Señor, habían épocas que sacaba excusas para no tener ningún tipo de compromiso con Dios, solo dedicaba mi vida para cumplir con la universidad y el trabajo, y a vivir lo que el mundo me ofrecía. Todas esas cosas vivía, pero sin dejar de asistir a la Cruzada. Y hace pocos meses, el Señor me convenció de servirle en una reunión que se realizó en Bogotá para motivar al Plan MIL.
Hoy el Señor ha quitado todo esquema que no me permitía poder trabajar para él. Cosas como el evangelizar, o el apropiarse de la identidad de Cristo en mi vida y disfrutar la obra de Cristo en mí.
Me siento orgulloso de mis padres quienes fueron los que me formaron para llegar a los pies de Dios y que han entregado a dos de sus hijos para el servicio a él.
Doy gracias a Dios porque a pesar de mi fría relación con él, el Señor me tomó en sus brazos, tomó mi vida, y me regaló Levíticos 26:9; de acuerdo a esto seguiré testificando de su poder en mi vida.
Dios les bendiga.
En los últimos años mi vida era muy fría con el Señor, habían épocas que sacaba excusas para no tener ningún tipo de compromiso con Dios, solo dedicaba mi vida para cumplir con la universidad y el trabajo, y a vivir lo que el mundo me ofrecía. Todas esas cosas vivía, pero sin dejar de asistir a la Cruzada. Y hace pocos meses, el Señor me convenció de servirle en una reunión que se realizó en Bogotá para motivar al Plan MIL.
Hoy el Señor ha quitado todo esquema que no me permitía poder trabajar para él. Cosas como el evangelizar, o el apropiarse de la identidad de Cristo en mi vida y disfrutar la obra de Cristo en mí.
Me siento orgulloso de mis padres quienes fueron los que me formaron para llegar a los pies de Dios y que han entregado a dos de sus hijos para el servicio a él.
Doy gracias a Dios porque a pesar de mi fría relación con él, el Señor me tomó en sus brazos, tomó mi vida, y me regaló Levíticos 26:9; de acuerdo a esto seguiré testificando de su poder en mi vida.
Dios les bendiga.
Testimonio - Junior Daza
Mi nombres es Nelson Daza tengo 22 años, soy de Bogotá. Tengo 5 años de vida cristiana, y antes de conocer de Cristo, vivía una vida llena de conflictos lo que me llevó a refugiarme en el alcohol a tal punto de salir con homosexuales para satisfacer este vicio; al acercar a Dios mi vida fue tomando otra dirección. Cambió mi manera de pensar, de actuar y demás facetas de mi vida.
Al entrar en el Plan MIL, Dios comenzó un tratamiento en mi vida puesto que no amaba la vida; muchas veces le dije a Dios en oración que prefería ir a su presencia que seguir existiendo.
A través del estudio de los salmos en los devocionales, comprendí el valor de la vida al leer como el Salmista amaba vivir.
Dios está haciendo un proceso en mi, el cual a través de la vida de mis compañeros; está formando su carácter a tal punto de llevarme a soñar con cosas increíbles que antes no me atrevía a imaginar. Ahora he aprendido a amar la vida, y sueño con tener una familia. El Plan MIL hasta ahora comienza y estoy a la expectativa de las muchas otras cosas que Dios tienen preparadas para mí.
Al entrar en el Plan MIL, Dios comenzó un tratamiento en mi vida puesto que no amaba la vida; muchas veces le dije a Dios en oración que prefería ir a su presencia que seguir existiendo.
A través del estudio de los salmos en los devocionales, comprendí el valor de la vida al leer como el Salmista amaba vivir.
Dios está haciendo un proceso en mi, el cual a través de la vida de mis compañeros; está formando su carácter a tal punto de llevarme a soñar con cosas increíbles que antes no me atrevía a imaginar. Ahora he aprendido a amar la vida, y sueño con tener una familia. El Plan MIL hasta ahora comienza y estoy a la expectativa de las muchas otras cosas que Dios tienen preparadas para mí.
Célula Plan MIL y Lolita
Las niñas del Plan MIL están teniendo el privilegio de poder compartir con la Dr. Lolita de Chamorro. La Dra. Lolita les está compartiendo sobre su experiencia cuando juntos con el Dr. Néstor Chamorro iniciaron el ministerio de la Cruzada hace más de 40 años.
Además de compartir sobre los inicios de la Cruzada, también comparten un poco de torta con Coca-cola.
Además de compartir sobre los inicios de la Cruzada, también comparten un poco de torta con Coca-cola.
lunes, febrero 13, 2006
Plaza Simón Bolivar - Feb 5, 2006
Foto Plan MIL
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Primera fila (izquierda a derecha): Jualian Campiño; Gustavo Echeverri; Nestor Monje; Jaumber Pimiento; Cristtian; Heiver; Cristian.
Segunda fila (izquierda a derecha): Bawer Celis; Ronald Diaz; Camilo Bolivar; Jorge Martinez; Junior Daza.
martes, febrero 07, 2006
Jóvenes del Plan MIL y el Senador Jimmy Chamorro
Jóvenes del Plan MIL y el Senador Jimmy Chamorro
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Los jóvenes del Plan MIL y otros seguidores del C4 apoyaron al Senador Jimmy Chamorro en su inscripción de candidatura, este lunes 5 de febrero en Corferias - Bogotá.
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