lunes, junio 05, 2006

Testimonio - Natalia Bolivar :: Zona 1


Ha sido un desafío y un privilegio para mi vida, pertenecer al Plan MIL (Misión Local) por un año. En estos cuatro meses que han pasado, el Señor se ha mostrado con gran poder tanto en la obra de Dios, como en mi familia, y en mis tres áreas: espíritu, alma y cuerpo.

Recuerdo que una mañana en un devocional el Señor me regaló una promesa que marcó mi vida (Éxodo 34:10), donde me mostraba que el Señor iba delante de mi, que hará maravillas que no han sido hechas en ningún otro lado porque es cosa tremenda la que el Señor está haciendo conmigo, y a raíz de este versículo me han puesto como sobre nombre: “tremenda.”

El Señor me ha respaldado con personas dispuestas a conocer del Señor y abrir las puertas de su casa para grupos de oración encontrándome con personas con muchas necesidades.

En mi familia, papá Dios les ha prosperado, cancelando deudas de millones, en el trabajo de mi papá, en la zona de mi mamá, en los estudios de la universidad de mi hermano y aún la gran bendición de tener la compañía de mi hermano en el Plan MIL. En este Plan MIL he tenido un encuentro personal con Dios donde él ha hecho gran sanidad, donde he aprendido a ver a Dios como mi papá y poder decirles y expresarles a mis padres terrenales que les amo mucho. Cristo ha formado mucho su carácter en mi vida, además de enseñarme a depender cada día en Dios.

De esta manera Dios ha obrado en mi vida. Les regalo Gálatas 6:9-10.

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